El fenómeno de la lotería explicado por economistas
El pasado marzo fue entregado el mayor premio de lotería de la historia. Un bote cercano a los 432 millones de euros que fue repartido entre tres acertantes anónimos de diferentes lugares de Estados Unidos. La afición de las personas por participar en juegos de azar y loterías no es nueva, de hecho economistas, filósofos y sociólogos han aportado numerosas teorías a lo largo de la historia para intentar explicar este fenómeno social.
Economistas clásicos como William Petty, Adam Smith o Alfred Marshall afirmaron que las premisas de la ciencia no funcionan para estudiar el consumo y el comportamiento de las personas en la lotería. Para estos, las personas se guían por formas irracionales como la excesiva confianza en la suerte, la emoción del juego o la falta de conocimiento de las probabilidades de obtención de premio, lo que explicaría la alta participación y aceptación en la sociedad de este tipo de juegos.
Pero también existían economistas que a través de premisas científicas intentaron explicar el juego de la lotería relacionándolo con el grado de utilidad obtenido por los jugadores. Consideraban por ejemplo, que dentro del proceso para aumentar el grado de utilidad de la riqueza, el asumir riesgos y jugar, entraría dentro de un proceso lógico y racional. Otra visión de estos economistas, un tanto más arriesgada, es la de afirmar que la utilidad obtenida por jugar (placer o diversión) es mayor que la obtenida por no jugar.
¿Qué es la selección consciente de números en la lotería?
El grado de aceptación y participación de la sociedad en juegos de azar es alto en diferentes partes del mundo. En Estados Unidos por ejemplo, al menos un 55% de la población juega a la lotería una vez al año, en Reino Unido el índice de participación alcanza el 67% y en el caso de España se incrementa un 77%.
El fenómeno que explica la corriente a escoger los números de participación de forma consciente y no aleatoria se denomina “selección consciente”.
La selección consciente se produce cuando los jugadores se decantan por unos números preferidos: un número que coincide con la fecha de su nacimiento, el número de piso de su vivienda o el número que luce en su equipo, por citar algunos ejemplos. De esta forma, las apuestas terminan concentrándose en determinados números que son coincidentes en el total de apuestas realizadas, lo que aumenta las probabilidades de tener que compartir el premio con otros jugadores en caso de resultar ganador.
La selección consciente de números hace que en la totalidad de apuestas realizadas unos hayan sido más utilizados que otros, lo que deriva en un mayor reparto de premios
Este tipo de comportamiento, que puede catalogarse como irracional ya que al actuar de esta forma se ve reducido el valor esperado de la inversión, puede derivar en un comportamiento racional si la utilidad derivada de elegir de forma consciente, compensa el ver reducido el valor esperado de la apuesta realizada por el jugador o lo que es lo mismo, el premio económico esperado.
¿Y a qué no sabéis cuál es el número más utilizado por los jugadores en la lotería?
El siete (7). Pero no solo en España, sino también en países como Reino Unido y Francia.
Fuentes de referencia:
Gavia, R (2008), “Loterías. Un estudio desde la nueva sociología económica”, Centro de investigaciones sociológicas (CIS).