¿Qué determina el valor de una piedra preciosa?
Una gema o piedra preciosa es un mineral, roca o material que una vez tratado se puede utilizar en la elaboración de joyería. Su uso se remonta a la antigüedad cuando las joyas empezaron a utilizarse como símbolo de culto, poder, exclusividad u ornamentación. ¿Conoces cuáles son las características que pueden aumentar o disminuir su valor en el mercado?
Para determinar el valor de una piedra preciosa han de tenerse en cuenta diferentes características como por ejemplo el grado de dureza de las mismas, lo que garantiza su resistencia y durabilidad y aumenta consecuentemente su valor en el mercado.
Cuando se habla del grado de dureza de un determinado mineral hay que citar ineludiblemente a Friedrich Mohs quien en 1825 estableció una escala con 10 minerales de referencia a los que atribuyó un determinado grado de dureza. La escala comienza con el talco al que se le atribuye un grado de dureza de valor 1 y finaliza con el diamante, considerada una de las piedras con un grado de dureza de valor 10. La escala ideada por Mohs pretendía demostrar que un mineral puede rayar a otro mineral con un grado de dureza menor pero no al revés.
Friedrich Mohs, creador de la Escala de Mohs, que se emplea para medir el grado de dureza de los minerales.
Fotografía: Wikimedia Commons
Además de la dureza del mineral, otro de los factores que puede aumentar o disminuir el valor de una piedra es su color. A lo largo de la historia, se ha considerado que muchas piedras de colores tenían propiedades curativas por lo que resultaban especialmente demandadas entre los coleccionistas.
Las esmeraldas, rubís o záfiros se consideran las piedras preciosas más deseadas junto con los diamantes
Colores vivos, brillantes y unificados pueden hacer aumentar el valor de la piedra frente a otras que presenten varias tonalidades. Existen piedras que presentan un color característico como es el caso del Rubí debido a parte de sus componentes como son el hierro y el cromo. Esta gema de color debe su nombre a la palabra ”ruber” procedente del latín y cuyo significado es rojo. Otra de las piedras preciosas con un alto valor en el mercado y un característico color verde al contener cromo y vanadio es la esmeralda.
La esmeralda cuenta con un dureza de 7,5 en la escala Mohs
Fotografía: Wikimedia Commons
Dejando de lado el color, nos centramos en otra característica importante a la hora de analizar una piedra preciosa: el peso. Hay que diferenciar en este punto las diferencias existentes entre tamaño y peso. Que una gema sea de mayor tamaño que otra no significa necesariamente que sea más valiosa, ya que también puede pesar menos que ésta.
Un quilate corresponde a un peso aproximado de 0,2 gramos
El peso y grado de pureza de las piedras preciosas viene determinado en quilates (un quilate aproximadamente a 0,2 gramos), palabra griega que alude al árbol del algarrobo y cuyas semillas eran utilizadas en la antigüedad para establecer el peso y valor de las gemas y las piedras preciosas.
Las semillas del algarrobo se usaban para determinar el peso de las piedras preciosas en la antigüedad.
Fotografía: Wikimedia Commons
Diferentes tipos de tallados en gemas o piedras preciosas
Fuente: Wikimedia Commons
Colores, brillo, transparencia, escasez, tonalidad, dureza, corte, peso, simetría, componentes… en el proceso de valoración de cualquier gema o piedra preciosa se realiza un análisis exhaustivo de todas las peculiaridades de la pieza, lo que en definitiva establecerá su valor real en un posible proceso de compraventa en el mercado.
Fuentes de referencia:
Dejoyas: Jewelry Guide to Gemstones
Clickjoyas: Piedras preciosas de colores