Activos intangibles: elementos de valor empresarial
En la Antigua Roma existían símbolos impresos en ánforas (pequeños cántaros utilizados para transportar líquidos y alimentos durante largas travesías) que identificaban a los productores. Con el paso del tiempo, a estos pequeños símbolos realizados en objetos se les denominó isotipos, un término que hace referencia a todos aquellos elementos icónicos y reconocibles que influyen en la percepción de los valores, personalidad y carácter de cualquier marca empresa o institución.
¿Qué empresas se asocian a una manzana o una “m” amarilla?
La mayoría de las personas, ante esta pregunta contestarían de forma instantánea Apple y McDonald’s. Dichos símbolos forman parte de la imagen de marca de estas compañías y tienen un valor, aunque no sean un producto o servicio.
Y es que a los logotipos, las marcas o las patentes, se les denomina activos intangibles porque aportan grandes beneficios y son capaces de generar ganancias de forma indirecta. Estos activos intangibles facilitan el posicionamiento de una marca en la mente del consumidor y cobran la misma importancia que la calidad de los productos o el trato en el servicio con los clientes, por citar algún ejemplo.
El isotipo de Apple es uno de los más reconocidos del mundo aunque la imagen de la manzana mordida no representa la actividad comercial de la compañía
(Imagen: Wikimedia Commons)
El valor emocional de los activos intangibles
¿Por qué empresas como Coca Cola, IBM o Mercedes siguen anunciando sus productos si ya gozan de fama y notoriedad? El fin de este tipo empresas con sus campañas de publicidad no es en muchas ocasiones, aumentar las ventas o el volumen de facturación, sino generar un vínculo emocional que permita mantener la relación de la marca en el corazón del consumidor fomentando valores como la felicidad, la amistad o el respeto, lo que permite una fidelización.
Con la fidelización se consigue que consumidores con un gran sentimiento de pertenencia a una marca, recomienden productos y servicios a otros, contribuyendo de esta forma a un paulatino aumento de las ventas. Esto explica el porqué del auge de la presencia de las marcas en redes sociales como Facebook, Twitter o más recientemente Pinterest, que se ha convertido con más de 12 millones de usuarios en uno de los canales más influyentes de compras on-line.
Otros activos intangibles: los fondos de comercio
Los fondos de comercio son aquellos intangibles asociados a la experiencia, portfolio, clientela, reputación, Know How o capacidad de innovación de una empresa, entre otros. Todos estos elementos, en un supuesto proceso de compra-venta, pueden aumentar o disminuir la cantidad monetaria a establecer en la transacción.
Por citar algún ejemplo, durante el ejercicio 2009, las empresas españolas de arquitectura e ingeniería y otras actividades relacionadas con el asesoramiento técnico (compañías pertenecientes al código CNAE 711) generaron un fondo de comercio medio comprendido entre el 24 y el 54% sobre el valor de sus activos. Asimismo, durante el ejercicio 2010, el mismo sector experimentó una disminución de su fondo de comercio, alcanzando un valor de entre un 3 y un 35% sobre sus activos netos. Esto supuso un descenso aproximado de un 20% del valor medio de su fondo de comercio.
Los activos intangibles sirven por tanto para diferenciar una empresa de sus competidores. Para conocer el valor de los activos intangibles que conforman una empresa, existen numerosas empresas y profesionales especializados. Con su ayuda y asesoramiento, podremos determinar la cuantía económica asociada a una marca o empresa, a través de un proceso contable y metodológico exhaustivo que permita tomar decisiones acertadas a pesar de las continuas fluctuaciones de mercado.
Fuentes de referencia
Taxo Valoración (2012), “Activos intangibles: elementos de valor empresarial”.