Certificado de Eficiencia Energética: reduce tu consumo y ahorra en tu factura

Certificado de Eficiencia Energética: reduce tu consumo y ahorra en tu factura

24 enero, 2023 Eficiencia energética, Tinsa

El Certificado de Eficiencia Energética (CEE) es la clave para saber el punto de partida de nuestro edificio en una rehabilitación energética. A partir de este documento podemos identificar las deficiencias constructivas de nuestras instalaciones y cerramientos para establecer una hoja de ruta en la rehabilitación integral del edificio y acceder a los fondos europeos Next Generation. Hoy, con la ayuda del departamento de Consultoría Energética de Tinsa, explicamos cómo el CEE nos ayudará a ahorrar y qué mejoras tienen mayor impacto en la reducción del consumo energético en la rehabilitación de edificios y viviendas.

De la importancia de disponer del certificado de eficiencia energética de nuestra vivienda ya hablamos en el pasado en esta entrada de nuestro blog. Sin olvidarnos de las ventajas de solicitar el certificado energético a una empresa homologada como Tinsa que también tratamos en esta otra con anterioridad. Actualmente, el certificado de eficiencia energética continúa copando la actualidad, no solo por su carácter obligatorio a la hora de comprar o vender una vivienda, sino por su papel crucial a la hora de solicitar las ayudas europeas. El certificado energético junto con el Libro del Edificio Existente (cuya figura y descripción analizamos en este blog en octubre de 2022) y el Proyecto de Rehabilitación integral constituyen la carta de presentación de un edificio para cualquier ayuda o subvención.

Teniendo en cuenta que en 2019 se rehabilitaron algo más de 31.100 hogares, el objetivo del Gobierno se presenta tremendamente ambicioso: multiplicar la actividad por diez en 2030, llegando a las 300.000 viviendas al año. Bajo la premisa global de reducir al menos un 30% el consumo de energía no renovable en los hogares y descarbonizar y bajar la demanda de calefacción y refrigeración como mínimo un 7%.

 

Así te ayuda a ahorrar el Certificado de Eficiencia Energética

Como afirma David Paramio, Director de Consultoría Energética de Tinsa, “si has realizado posteriormente al 6 de octubre de 2021 o vas a realizar antes del final de 2023 reformas en tu vivienda de uso habitual, el certificado de eficiencia energética te ayudará a conseguir una deducción fiscal de entre 1.000 y 3.000€. Siempre, claro está que puedas demostrar que con dichas mejoras has logrado un 7% de ahorro en la demanda de refrigeración y calefacción del inmueble o un 30% de mejora en el consumo de energía primaria más renovable”. Analicemos qué mejoras son las más efectivas.

Según Lucía Martínez Mata, Energy & Sustainability Manager de Tinsa, el mayor consumo energético en las viviendas procede de las instalaciones de climatización del aire interior (calefacción y refrigeración) y los sistemas de preparación de Agua Caliente Sanitaria (ACS). Por otro lado, la demanda energética está directamente condicionada por las características de nuestra envolvente (fachadas, cubierta y carpinterías).

Fachadas que no disponen de un buen aislamiento o puertas y ventanas que no cierran bien facilitan que se escape el calor en invierno o que entre en verano, traduciéndose en un consumo mucho mayor de gas o electricidad para mantener una temperatura de confort en el interior de la vivienda.

Frente a tantos datos sobre partidas presupuestarias y planes a largo plazo, la pregunta que nos viene a la cabeza al común de los mortales es qué acciones concretas debemos implementar en nuestro bloque de viviendas.  Desde el departamento de Consultoría Energética de Tinsa nos explican las mejoras más efectivas a nivel de vivienda y a nivel de edificio.

 

Mejora la eficiencia de tu vivienda

Cambio de ventanas

La tecnología de diseño de ventanas ha avanzado mucho en los últimos años, promovida por las actualizaciones de la normativa española. Las ventanas con las que se construyeron nuestros edificios están obsoletas: filtran aire entre las uniones entre el marco, la hoja y el vidrio, o no protegen suficiente de la temperatura o el ruido exterior.

La renovación de nuestras ventanas por otras más eficientes es una mejora sencilla que nos permitirá un ahorro significativo y que cuenta con subvención directa por parte de los fondos europeos. Frente al acristalamiento simple, las nuevas ventanas que se instalan para mejorar la eficiencia energética de nuestros hogares son de doble o triple acristalamiento para incrementar la capacidad aislante de las ventanas de forma considerable. Suele ser además una obra sencilla que se realiza en un par de días, con un coste no muy elevado en relación con los beneficios que se obtienen y cuya inversión se amortiza fácilmente.

Mejora de la climatización

El departamento de Consultoría Energética de Tinsa España sugiere sustituir nuestros sistemas de calefacción por equipos modernos que incluyan recuperadores de calor y proporcionen gran estanqueidad, o sistemas integrados “todo aire” por bomba de calor, que aúnan en una misma máquina la calefacción y la refrigeración, fácilmente integrables en espacios dentro de las viviendas. Con respecto al agua caliente sanitaria, las medidas han de pasar por la inclusión de fuentes renovables.

Aerotermia

En palabras de Lucía Martínez, Energy & Sustainability Manager de Tinsa, la aerotermia es uno de los sistemas más eficientes. La aerotermia, considerada como energía renovable, es un tipo de energía térmica generada con una bomba de calor. La bomba de calor es un dispositivo que toma energía térmica del exterior para modificar la temperatura interior de una casa. Es capaz de proporcionar calefacción y agua caliente sanitaria, y frío en caso de querer disponer de aire acondicionado en verano.

Luz natural y renovables

En lo referente a la iluminación, la prioridad en términos de eficiencia debería ser siempre el máximo aprovechamiento de la luz natural, compatibilizándolo con el uso de energías renovables.

 

Mejora la eficiencia de tu edificio

Si hablamos de rehabilitación energética de edificios completos, la mejora de la eficiencia pasa por la rehabilitación integral mediante acciones como la renovación de fachadas, la generación eléctrica renovable para el autoconsumo, la sustitución de calefacciones de combustibles fósiles por fuentes renovables o la incorporación de tecnologías de regulación y control de consumo de energía. Además, desde los fondos europeos, se apunta la necesidad de que la rehabilitación de edificios existentes incluya la mejora de las condiciones de accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas.

Actuaciones sobre la envolvente

Entre las acciones más que conllevan una reducción significativa de la demanda energética, destacan las intervenciones sobre la envolvente térmica que, que engloban actuaciones sobre la fachada, la cubierta (también llamado tejado coloquialmente, aunque tiene diferentes matices) y la anteriormente comentada sustitución de ventanas.

La fachada es uno de los sistemas constructivos con mayor repercusión en el funcionamiento global de la envolvente, cuyo porcentaje de incidencia global puede alcanzar el 70%-80% del total. Los sistemas de aislamiento por el exterior (SATE) y las fachadas ventiladas son las opciones que más impacto tienen en la mejora de la eficiencia.

Como comenta Lucía Martínez, “el objetivo de estos sistemas es incorporar a nuestra propia fachada ya existente una capa de aislamiento exterior (solo aislante o aislante + cámara de aire) que la proteja de las inclemencias climáticas y solucione los puentes térmicos existentes en nuestro edificio, al mismo tiempo que previene los problemas por deterioro de nuestra fachada existente”. La principal ventaja de estos sistemas, como apunta Lucía Martínez, es la posibilidad de actuar en todo el edificio, sin intervenir en el interior de las viviendas, ni molestar a los inquilinos.

En la cubierta, donde encontramos problemas de base por el deterioro de los sistemas constructivos que tiene nuestro edificio, las mejoras más habituales pasan por una actuación conjunta de cambio del sistema de impermeabilización actual por sistemas muy desarrollados que impiden las filtraciones de agua a largo plazo. Aprovechando esa situación, se suele incluir un aislamiento térmico.

Biomasa

Por último, en edificios con sistemas de calefacción central, la actuación menos invasiva y con mejores resultados energéticos es la sustitución de la caldera actual de gas o gasóleo por una caldera de biomasa para alimentar de calefacción y agua caliente a todo el edificio. Esta actuación no necesita obra en el interior de las viviendas, ya que el sistema de tuberías originales es adecuado también para la nueva caldera. Fundamentalmente, su principal punto de valor es que la biomasa, combinada con una actuación en la envolvente, permite mejorar de manera notable la eficiencia energética de nuestros hogares, situándola como mínimo en una letra B.

Desde Tinsa estaremos encantados de resolver todas tus dudas vía mail en comercial@tinsa.es  y de ayudarte a gestionar el certificado de eficiencia energética de tu hogar, que puedes solicitar directamente aquí.


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