La diferencia entre precio y valor según David Ricardo
¿La especialización genera beneficios? Según el economista David Ricardo, en su teoría de la ventaja comparativa, sí. Dedicarse a una única tarea repercute positivamente en la economía porque permite ganar dinero con la venta de los excedentes. ¿Quieres conocer más teorías de este miembro de la escuela clásica?
David Ricardo comenzó a trabajar en la bolsa con 14 años
David Ricardo fue uno de los economistas más importantes del siglo XIX. Su familia, de origen portugués, había emigrado de Holanda a Inglaterra, donde nació David. Se labró una gran reputación en la bolsa del mercado de valores, en la que empezó a trabajar con tan solo 14 años.
Al terminar su carrera su fortuna había superado los 2,5 millones de dólares gracias a su buen hacer en las finanzas. Influenciado por la obra de Adam Smith, tuvo relación con otros importantes economistas de la época, como James Mill o Thomas Malthus y fue un referente de la escuela clásica.
¿Qué es la ventaja comparativa?
La obra de David Ricardo fue muy extensa, la teoría del trabajo o ensayos como “La influencia del bajo precio del trigo sobre las utilidades del capital”, son algunos ejemplos. Entre sus múltiples escritos también destaca la teoría de la ventaja comparativa, una ampliación de la división del trabajo de Adam Smith, que ya te contamos en el post La diferencia entre precio y valor. Defensor del libre mercado, abogaba por que cada nación debía especializarse en la producción de materias prima según su ventaja comparativa, dedicándose solo a lo que mejor y más rápido elaboraran. De esta forma, y gracias a un comercio libre, todo el mundo saldría ganando.
Campo de arroz. La especialización ofrece beneficios, según Ricardo
Fuente: Wikimedia Commons
La Ley del Maíz contra el libre mercado
Ricardo, que terminó siendo diputado parlamentario en Irlanda, fue muy crítico con el gobierno británico por la aprobación de la Ley del Maíz, avalada por su amigo Thomas Malthus. Esta medida impidió la importación de cereales hasta que los autóctonos no aumentaran su precio. Dicha fórmula no concordaba con las ideas del economista, que defendía el librecambio como regulador de la economía y como sistema para sacar al país de la hambruna que vivía a principios del siglo XIX.
El valor según David Ricardo
Según Ricardo, el deseo de posesión de una persona hacia un objeto puede aumentar o disminuir su valor
Al igual que Adam Smith, David Ricardo afirmaba que el valor tiene un sentido de uso y uno de cambio. Adam Smith hablaba en la paradoja del agua y del diamante de cómo el valor de un objeto puede verse alterado en función de su escasez, aunque siempre relacionado con el trabajo necesario para obtener ese bien.
Ricardo, sin embargo, entendía que el valor de aquellos elementos que fueran escasos no dependía del trabajo, puesto que ningún trabajo podía aumentar su cantidad y su valor no podía reducirse aumentando la oferta. Por tanto, en este caso, el valor no dependía del trabajo, sino del deseo de posesión.
Precio de los bienes según Ricardo
David Ricardo relacionaba directamente los costes de producción con las unidades de trabajo. De las mercancías que se obtienen de la producción define dos tipos de precio: el efectivo, resultado de desviaciones temporales; y el natural, derivado de las condiciones técnicas de producción.
Ricardo divide el precio en el salario de los trabajadores, el beneficio de los inversores y el del terrateniente. Cuando estos están en equilibrio se puede hablar de precio natural. El precio efectivo lo define como la proporción entre la cantidad que se lleva al mercado y la demanda del producto.
David Ricardo, al igual que Adam Smith, relacionaba el valor de un producto con el trabajo necesario para obtenerlo. Creía firmemente en el libre comercio, en detrimento del proteccionismo, para mejorar la economía de un país. Dos siglos después, algunas de sus teorías siguen teniendo vigencia en la actualidad.
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