Analizamos en cifras la reactivación del mercado de compraventas
El pasado jueves 16 de septiembre, en la sección semanal El Dato del Día con Tinsa, pusimos cifras a la reactivación del mercado de compraventa de viviendas que se está produciendo paralelamente a la mejora de la economía, de la actividad empresarial y al avance de la vacunación. Y un dato que representa bien esa dinámica es el 77% de incremento que experimentaron las compraventas de viviendas en España el pasado mes de junio (último dato disponible) respecto a junio de 2020, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Las compraventas es el indicador inmobiliario que más ha notado la diferencia respecto a hace un año, ya que, por su relación con las visitas presenciales y los desplazamientos asociados, se resintió de forma muy acusada durante el periodo duro de confinamiento, mientras que, por ejemplo, las hipotecas resistieron mejor.
¿Por qué? Por un lado, porque tanto la actividad bancaria como la notarial, consideradas esenciales, siguieron su curso entre marzo y mayo de 2020, lo que permitió concluir los trámites en marcha. Y, por otro lado, porque no todas las hipotecas constituidas van asociadas a una compraventa, sino que hacen también referencia a cambios de condiciones, cancelaciones e, incluso, rehipotecas de un activo en propiedad. Dado que la actividad hipotecaria se resintió menos en esos meses de marzo-junio de 2020, la comparación con el periodo actual es también menos abrupta. Si decíamos que en junio de este año las compraventas se incrementaron un 79% en tasa interanual, las hipotecas crecieron a un ritmo del 42%.
Pese a no reflejar estrictamente la misma realidad, ambos indicadores van de la mano y mantienen una evolución paralela. El número de compraventas supera tradicionalmente al de hipotecas, ya que una parte de compradores de vivienda no requieren de financiación bancaria o son inversores que recurren a fuentes de financiación alternativas. Atrás quedó el periodo excepcional de la burbuja inmobiliaria, donde niveles anómalos de actividad crediticia provocaron que las hipotecas superaran con creces en número a las compraventas, una situación que coleó hasta mediados de 2011. En un mercado ya más saneado, como el de los dos últimos ejercicios, lo que observamos es una relación entre hipotecas y compraventas del 40/60, donde las transacciones superan a los préstamos.
Está proporción tan solo se vio alterada a mediados de 2019 por la puesta en marcha de la Nueva Ley Hipotecaria, que ralentizó la firma de hipotecas, y entre marzo y agosto de 2020, cuando se frenaron de forma muy acusada las compraventas. En este último periodo, las hipotecas fueron superiores a la formalización de compras de vivienda, pero a partir de agosto ambos indicadores retomaron el paralelismo habitual y comenzaron una senda ascendente.
Mientras que la recuperación en 2020 no fue suficiente para compensar el terreno perdido en el primer semestre (el año pasado finalizó con descensos anuales del 18% en las compraventas y del 7% en hipotecas), en lo que llevamos de 2021, sin embargo, el acumulado de ambas variables se sitúa en los niveles de actividad de 2019. Dado que la adquisición de vivienda se retomó con buen ritmo en el verano postconfinamiento, a partir de julio, lo esperable es que en los próximos meses dejemos de ver variaciones anuales extraordinarias, como el 77% de crecimiento anual de las compraventas, que representa El Dato de hoy.
Aquí te dejamos la intervención completa de nuestra directora de Comunicación y Marketing de Tinsa, Susana de la Riva.