El Real Decreto que asentaba las reglas de juego para la gestión y tramitación de los fondos europeos enfocados a rehabilitación residencial vio la luz a principios de octubre de 2021. Se confiaba en que las ayudas europeas supusiesen un revulsivo para la renovación del parque residencial, donde la rehabilitación estaba en niveles ínfimos: tan solo 30.000 actuaciones anuales, cuando el Gobierno aspiraba a alcanzar en 2030 la cifra de 300.000 rehabilitaciones anuales.
Pues bien, los datos apuntan que la rehabilitación no está despegando en nuestro país. Lo llevamos tiempo avisando, más de una vez en tu programa: la lentitud administrativa retrasó casi medio año la publicación de las normativas regionales que aterrizan el Real Decreto en cada CCAA. A este retraso, se sumaron posteriormente problemas técnicos en la puesta en marcha de las plataformas y canales de presentación de peticiones y documentación y, una vez habilitados, la aprobación de proyectos y licencias está siendo también tremendamente lento.
La conclusión es que los proyectos de rehabilitación de edificios, que son los que realmente mejoran la eficiencia mediante actuaciones integrales que tocan equipamientos, envolventes y cubiertas, no terminan de activarse. Sí están funcionando a una escala más doméstica, con menor impacto en términos de eficiencia global, las pequeñas reformas, como el cambio de ventanas. Estas actuaciones no requieren normalmente de una licencia de obras y, por tanto, no estarían reflejadas en estas estadísticas.
Volviendo a los datos concretos, las cifras de visados de reforma y rehabilitación se sitúan en 2022 en niveles próximos a los de 2020, que, recordemos, es el año de la crisis del covid: la actividad estuvo paralizada durante varios meses. En ese año 2020, el monto total de visados de rehabilitación fue un 11,4% inferior al de 2019. Y si comparamos las licencias aprobadas en los 11 primeros meses 2022 con el mismo periodo de 2019 encontramos que el año pasado la actividad fue casi un 15% inferior a la de enero-noviembre de 2019.
Ese año 2019 fue el que ha registrado una mayor actividad de los últimos 5 años, con 28.500 visados de reforma y rehabilitación, que representaban el 20,9% de todos los visados del país (incluyendo obra nueva). Curiosamente, el peso es menor que en el año 2017 (alcanzó un 24,2%), pese a que se registró un menor número de visados de reforma. ¿A qué se debe? A que en 2017 la construcción de vivienda todavía no había empezado a despuntar y el número de visados de obra nueva era menos relevante y la reforma tenía un mayor peso.
La relevancia en número de visados de la rehabilitación sobre el total de obra nueva + rehabilitación ha ido disminuyendo desde 2020. Así, en el acumulado del año 2022 hasta noviembre, la rehabilitación representó el 17,8% del total de licencias de obra, frente al 21% de 2019 o el 24% de 2017.
Así lo explicó Susana de la Riva, directora de Marketing y Comunicación de Tinsa, en el programa Inversión Inmobiliaria, de Capital Radio.