Aunque gran parte de la correspondencia que circula alrededor del mundo se realiza actualmente mediante correo electrónico, aún se siguen mandando millones de cartas a diario. En todas estas epístolas, independientemente de su contenido, encontramos un elemento común: un sello. Estos pueden costar desde unos pocos céntimos hasta ser verdaderas piezas de colección de incalculable valor. ¿Sabes cuál es el sello postal más caro?
Pequeños trozos de papel ilustrado, los sellos postales son objetos muy recurrentes para confeccionar una colección. Cada uno de ellos plasma un momento de la historia de un determinado lugar. Algunos se han convertido en verdaderos tesoros para los amantes de la filatelia. Uno de los más codiciados es el conocido como “Magenta de un penique de Guayana Británica”, vendido recientemente en una subasta. Su valor histórico y exclusividad le han permitido alcanzar los nueve millones de dólares al golpe de martillo. No es el único que ha alcanzado importantes cifras económicas en los últimos tiempos:
“Magenta de un penique de Guayana Británica”, 9 millones de dólares
Este curioso sello es el más caro vendido hasta la fecha. Un coleccionista, del que no ha trascendido su identidad, ha pagado 9 millones de dólares en una subasta recientemente celebrada en la casa Sotheby’s. La historia de este timbre se remonta a 1856. La antigua colonia británica había dejado de recibir sellos postales de la metrópoli. Para solucionar este problema, las autoridades decidieron utilizar la imprenta de un diario para imprimir más estampillas y no paralizar así el correo. Un joven de 12 años lo encontró en su casa en 1873. Poco después se convirtió en un objeto de deseo. Además, el hecho de ser el único que se conserva en la actualidad hace que tenga un valor tan elevado.
“Treskilling amarillo”, 4,5 millones de dólares
Un grupo inversor desconocido adquirió en 2010 esta joya sueca, cuyo precio no se hizo público. Anteriormente, en 1996, el “Treskilling amarillo” se vendió por 4,5 millones de dólares. El papel fue descubierto a mediados del siglo XIX por un adolescente que se ganaba la vida despegando sellos postales de cartas abiertas para revenderlos posteriormente. Lo que hace especial a este timbre es su color. El “Treskilling” se imprimía en verde pero, por error, una tirada de 1857 salió sobre papel amarillo. Es el único que se conserva en la actualidad.
“Z-Grill”, 2,97 millones de dólares
El “Z-Grill” es el sello más valioso de la historia filatélica estadounidense. En los dos que han sobrevivido hasta la fecha se puede observar la efigie del presidente Benjamin Franklin sobre un fondo azul. Impreso en 1868 con el valor de un centavo de dólar, fue adquirido en 2005 por el financiero Bill Gross. El coleccionista no pagó directamente por él, sino que lo intercambió por una serie de cuatro sellos postales “Jenny invertidos” por los que había pagado previamente 2,97 millones de dólares. El otro ejemplar está expuesto en la Biblioteca Pública de Nueva York.
Y tú ¿eres un apasionado de la filatelia? ¿Cuál es el sello más preciado que tienes y dónde lo conseguiste?
Fuentes de referencia
El Mundo (2014). “Casi siete millones de euros por el sello más caro del mundo”.
Informador (2010). “El sello postal más caro del mundo se vende en Ginebra”.
Schmid, R. (2006). “Rare and costly stamps to go on display”, The Washington Post.