Guía completa para decisiones jurídicas claras
En momentos clave, como el reparto de bienes tras una herencia o la disolución de un régimen económico matrimonial, la división y liquidación de patrimonios se convierte en un proceso esencial. Este procedimiento legal asegura que activos y pasivos sean distribuidos de forma justa y conforme a la ley, pero también plantea complejidades que requieren soluciones precisas y bien fundamentadas.
¿Qué es la Liquidación de Patrimonios?
La división liquidatoria de patrimonios es un proceso legal que implica la división y distribución de activos y pasivos entre los distintos titulares de un patrimonio común (comuneros, cónyuges en gananciales, herederos, etc).
Liquidar un patrimonio implica el proceso de convertir los activos de un patrimonio en dinero, generalmente para pagar deudas y obligaciones, asegurando a los acreedores el cobro de sus créditos antes de que el patrimonio se reparta entre los propietarios.
Este proceso puede ser necesario en situaciones como:
- Liquidación sociedad legal de gananciales en caso de fallecimiento de uno de los cónyuges, separación o divorcio: supone la distribución del activo y del pasivo de la sociedad de gananciales creada tras el matrimonio. En la misma los bienes y deudas se reparten por mitad entre los cónyuges, después de aplicar las deducciones y reintegros de los bienes privativos.
- Partición de la herencia: La partición de la herencia también puede requerir la liquidación de patrimonios, cuando por ejemplo el testador haya efectuado donaciones en vida, cuando existan bienes colacionables, cuando los herederos tengan que entregar los legados y especialmente si hay disputas sobre la propiedad y distribución de bienes entre los herederos
- División de la cosa común en situación de copropiedad. La situación de copropiedad se produce cuando un bien mueble o inmueble o un derecho tiene más de un titular dominical, al que se denomina copropietario. Nuestro Código Civil en su artículo 400 dispone que “Ningún copropietario estará obligado a permanecer en la comunidad. Cada uno de ellos podrá pedir en cualquier tiempo que se divida la cosa común”. Esto, no obstante, será válido el pacto de conservar la cosa indivisa por tiempo determinado, que no exceda de diez años. Este plazo podrá prorrogarse por nueva convención”, del que se deduce que cualquier propietario puede pedir la división de la cosa común en cualquier momento ejercitado una acción específica para ello.
¿Por qué elegir a Tinsa by Accumin?
En cada etapa del proceso, contar con información clara y objetiva es fundamental para tomar decisiones acertadas. Tinsa, como líder en valoración de bienes, ofrece informes reconocidos por su precisión y rigor, facilitando el trabajo de abogados y partes interesadas en los procesos de división de patrimonios.
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Procedimiento y Régimen jurídico:
Acuerdo negociado o amistoso: Los involucrados pueden llegar a un acuerdo sobre la división y partición de los bienes y deudas.
Procedimiento contencioso: Si no se llega a un acuerdo, los involucrados pueden recurrir a un procedimiento judicial para resolver conflictos.
Título II del Libro IV de la Ley de Enjuiciamiento Civil en España regula los procesos de división judicial de patrimonios, específicamente:
División Judicial de la Herencia: Este proceso se inicia cuando los herederos no logran ponerse de acuerdo sobre la distribución de los bienes del difunto. El juez interviene para asegurar una división equitativa conforme a la ley.
División de Patrimonios Comunes: Este proceso se aplica en casos como la disolución de sociedades o la liquidación del régimen económico matrimonial. Aquí, el objetivo es dividir los bienes comunes de manera justa entre las partes involucradas.
Estos procedimientos están diseñados para garantizar que la división de los bienes se realice de manera justa y conforme a la ley, evitando conflictos entre las partes.
División de la cosa común: la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil llevada a cabo por el Real Decreto-Ley 6/2023 de 19 de diciembre ha establecido un importante cambio respecto del juicio a seguir cuando se solicita la división de cosa común en el Juzgado. En la actualidad el procedimiento no viene determinado por la cuantía, sino que, todos los juicios de división de cosa común se ventilarán por razón de la materia siguiendo las normas del juicio verbal con independencia del valor del bien.
Fases: inventario, avalúo, liquidación, división y adjudicación:
En todo proceso liquidativo habrá que llevar a cabo las siguientes tareas
1. Inventario: Se realiza un inventario detallado de los bienes y deudas que componen el patrimonio a liquidar. Esto incluye el activo como bienes inmobiliarios, acciones, dinero en efectivo, etc. y el pasivo como deudas y obligaciones (hipotecas, préstamos, etc).
2. Avalúo o Valoración: Los bienes se valoran actualmente, considerando su estado y condición en el momento de la liquidación. No se utiliza el valor original de adquisición, sino el valor actualizado en el mercado. Esto es importante para reflejar el verdadero valor de los bienes y evitar errores en la distribución de los activos y pasivos
3. Liquidación: Una vez que se han valuado los bienes, se procede a la liquidación del patrimonio, Esto implica, en algunos casos y si no hay efectivo, la realización del valor de los bienes para el pago de deudas y el cumplimiento de las obligaciones.
5. División y adjudicación: En esta fase se procede a la división de los bienes y la adjudicación individualizada de los activos y pasivos. Los bienes se distribuyen entre los titulares de manera equitativa
6. La acción de división de cosa común: se puede efectuar como división material cuando la cosa común es divisible y se puede adjudicar una porción a cada comunero; o como división económica, mediante la venta y el reparto del precio en proporción a la cuota de cada copropietario cuando la cosa es indivisible físicamente o jurídicamente o por resultar inservible para el uso a que se destina o por desmerecer su valor.
Isabel Melchor Pena
Responsable Área de Administraciones Públicas de Tinsa by Accumin