En el año 2050 dos terceras partes de la población mundial vivirá en las grandes ciudades, según estadísticas que maneja la ONU. Esto supone, entre otras cosas, un aumento considerable del nivel de contaminación. Para atajar ese problema, numerosos organismos públicos e internacionales buscan la manera de reducir al máximo las emisiones de gases contaminantes. Uno de los planes de actuación es la creación de Smart Cities o ciudades inteligentes, urbes que aprovechen al máximo los recursos naturales, rentabilizándolos energética y económicamente.
Para poder considerar a una ciudad como “inteligente” se necesitan optimizar varios elementos que habitan en ella, especialmente las viviendas, el transporte y el consumo energético público. La Asociación de Ciencias Ambientales entiende que es necesario rehabilitar energéticamente los hogares para conseguir un consumo más eficiente. Esta afirmación no significa consumir menos, sino consumir mejor.
Vista de unos rascacielos en París
(Fuente: Wikimedia Commons)
La asociación Energy Cities apuesta por crear ciudades de baja energía. Se basan en:
- Edificios que no utilizan energía fósil, reduciendo al máximo las emisiones contaminantes.
- Desarrollo de planes urbanísticos verdes, priorizando la luz natural y utilizando alumbrado de bajo consumo.
- El modelo de transporte cambia, protegiendo la ciudad del tráfico de coches privados y fomentando al máximo el transporte público, la bicicleta y los viajes a pie.
- La energía procederá de fuentes renovables, como la solar, la geotérmica o la eólica.
Metro de Nueva York
Ciudades españolas como Figueres, Barcelona, Málaga, Pamplona o San Sebastián se han sumado ya al proyecto de la baja energía. Madrid, por su parte, ha sido la ciudad más sostenible de España en 2012, según un estudio realizado por Análisis e Investigación. El informe destaca cómo en la capital ha mejorado notablemente el transporte público en los últimos años, en una ciudad en la que 3 de cada 4 personas van a trabajar utilizando este servicio.
Teniendo en cuenta que el transporte supone más de la mitad del consumo de combustibles resulta fundamental incidir en este campo. En los últimos años las empresas automovilísticas han apostado por sacar al mercado vehículos híbridos y eléctricos que utilizan energías renovables y son menos contaminantes.
Fuentes de referencia
- Fernández, A. (2012). “Siete ideas para hacer más sostenibles las ciudades”. Eroski Consumer.
- Ruiz-Tapiador, T. (2012). “Ciudades “listas” para un futuro mejor”. Cinco Días.