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Qué es la ecoeficiencia en el hogar: definición, ventajas y ejemplos prácticos

Ecoeficiencia en viviendas
La ecoeficiencia en el hogar consiste en usar menos recursos (energía, agua, materiales) para mantener o mejorar el confort y la calidad de vida, reduciendo el impacto ambiental y la factura energética y aumentando el valor de tasación de tu vivienda. 

El Gobierno ultima la hoja de ruta para alcanzar la neutralidad climática en el parque residencial para 2050, que contempla siete ejes, entre ellos, la rehabilitación energética de edificios y el impulso de la energía renovable en inmuebles. El nuevo Plan Nacional de Renovación de Edificios (PNRE) fija como meta una reducción del consumo energético residencial del 16% para 2030. Según datos el Ministerio de Vivienda, hasta 2023 ya se había logrado un descenso acumulado del 10%, por lo que las previsiones elevan la reducción total para esa década de hasta el 25%. 

Y es que, en uno de los sectores más contaminantes (el inmobiliario es responsable del 40% de las emisiones de CO2), la ecoeficiencia se convierte en un concepto clave para transformar nuestros hogares en espacios más responsables con el medio ambiente y, al mismo tiempo, más económicos de mantener.

¿Qué es la ecoeficiencia? Definición

De acuerdo con el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, por sus siglas en inglés), la ecoeficiencia «es la ratio entre el valor añadido de lo que se ha producido y el impacto ambiental que ha costado producirlo». Aunque este concepto nació allá por la década de los 90 en el ámbito empresarial, su aplicación al hogar es directa. Significa conseguir el mismo nivel de confort —o incluso superior— utilizando menos recursos naturales y energéticos energía y generando menos residuos.

Es importante no confundir ecoeficiencia con eficiencia energética. Esta última se centra en reducir el consumo, mientras que la primera va más allá: abarca el uso del agua, los materiales de construcción, la gestión de residuos y el impacto ambiental global de todas las actividades que se realizan en el hogar.

Viviendas ecoeficientes: características principales

Las viviendas ecoeficientes o sostenibles se diseñan y construyen buscando utilizar el menor número de recursos, con un aumento del ahorro de energía y un consumo del agua más eficiente. Las características incluyen:

  • Orientación de la vivienda: aprovechar la luz natural para reducir el consumo de electricidad y calefacción. Las viviendas con orientación sur en el hemisferio norte captan más calor en invierno.
  • Aislamiento térmico: ventanas con doble acristalamiento, paredes con aislamiento adecuado o puertas con cierres herméticos evitan pérdidas de temperatura. 
  • Ventilación cruzada: sistemas que permiten la circulación natural del aire, reduciendo la necesidad de aire acondicionado.
  • Materiales sostenibles: uso de materiales de construcción ecológicos, reciclados o con baja huella de carbono.
  • Sistemas de energía renovable: instalación de paneles solares que generan electricidad.

Ejemplos prácticos de ecoeficiencia en el hogar

Aunque parezca lo contrario, aplicar la ecoeficiencia en casa no siempre requiere grandes inversiones. Veamos algunos ejemplos:

1. Iluminación eficiente

Sustituir las bombillas tradicionales por luces LED reduce el consumo energético, además de tener una vida útil mucho más larga; aprovechar al máximo la luz natural mediante cortinas translúcidas o claraboyas puede reducir significativamente el uso de iluminación artificial durante el día.

2. Electrodomésticos de bajo consumo

Elegir electrodomésticos con niveles altos de eficiencia energética reduce el consumo eléctrico respecto a modelos menos eficientes. 

3. Sistemas de calefacción eficientes

Las calderas de condensación, que las normativas actuales exigen en todas las viviendas nuevas, reducen la formación de óxido de nitrógeno, contaminan menos la atmósfera y consumen menos. Una opción para reducir el consumo en calefacción es la instalación de suelo radiante, que trabaja con agua a una temperatura más baja.

4. Grifería y sanitarios eficientes

La grifería que incorpora sistemas de ahorro logra reducir el caudal de agua sin interferir en el confort: inodoros con doble descarga, duchas con limitadores de caudal o grifos con aireadores.

5. Aislamiento térmico

Mejorar el aislamiento de fachadas, cubiertas y ventanas es una de las inversiones con mayor retorno. Evita pérdidas de calor en invierno y mantiene el fresco en verano, reduciendo la necesidad de climatización. 

6. Instalación de paneles solares

La energía solar fotovoltaica permite generar electricidad propia, reduciendo la dependencia de la red eléctrica y amortizando la inversión en unos años. 

7. Sistemas de recogida de agua de lluvia

Instalar depósitos que recogen agua de lluvia para riego o limpieza es una forma sencilla de reducir el consumo de agua potable en actividades que no la requieren.

8. Hábitos diarios ecoeficientes

Más allá de las reformas, cambiar pequeños hábitos cotidianos suma considerablemente. Por ejemplo:

Reducir el uso de productos desechables de plástico.

  • Apagar luces y aparatos electrónicos cuando no se usan, en lugar de dejarlos en modo standby.
  • Reducir la temperatura del termostato de la calefacción un par de grados.
  • Cerrar los grifos mientras nos enjabonamos o cepillamos los dientes.
  • Utilizar programas eco en electrodomésticos.
  • Separar y reciclar correctamente los residuos.


Ayudas y deducciones para mejorar la ecoeficiencia de tu vivienda

Hasta el 31 de diciembre de 2026, el Gobierno prorrogó las deducciones en el IRPF por mejorar la eficiencia energética de las viviendas. Existen tres niveles de reducciones en la declaración de la renta

  • Hasta el 20%, con un límite de 5.000 euros anuales por acciones que reduzcan al menos el 7% de la demanda de calefacción y refrigeración.
  • Hasta el 40%, con un máximo de 7.500 euros anuales y una reducción de al menos un 30% del consumo de energía primaria no renovable.
  • Hasta el 60% en actuaciones de rehabilitación que mejoren la eficiencia energética en edificios residenciales.

Además, algunos ayuntamientos bonifican el IBI para viviendas.

Ecoeficiencia y valor de tasación

Además de la mejora medioambiental y el ahorro en la factura energética y de agua, la ecoeficiencia también incide en el valor de tasación. Un estudio de IESE, Tinsa by Accumin y Accumin Intelligence pone de relieve que cada mejora de una letra en la calificación energética de una vivienda supone un aumento medio del valor añadido del inmueble de un 1,3%.

Otro informe del Banco de España concluye que una mayor eficiencia energética incrementa, en promedio, el precio de la vivienda hasta un 9,7% con respecto a las más ineficientes. 

Conclusión

Con un parque residencial mayoritariamente envejecido y ante los retos normativos por el cambio climático, invertir en ecoeficiencia no solo protege el medio ambiente, sino que revaloriza el patrimonio inmobiliario y reduce los costes de una vivienda. 

Pequeños cambios de hábitos y reformas estratégicas pueden transformar cualquier hogar en un espacio más sostenible, confortable y económico. ¿Te ayudamos?

Álvaro Muñoz

Álvaro Muñoz

Head of Agentia R+

Profesional del sector energético, con amplia experiencia en energía solar, movilidad eléctrica y eficiencia energética.

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