Huertos compartidos, un ejemplo de economía verde

Ejemplos de economía verde: los huertos compartidos

26 julio, 2012 Economía

Cada vez son más las ciudades del mundo donde una persona se puede encontrar un huerto donde poder cultivar diferentes alimentos. Este tipo de terrenos se denominan huertos compartidos o urbanos, y además de dotar de espacios verdes a las ciudades, fomentan un ocio sostenible y las relaciones sociales entre personas con intereses comunes.

Uno de las últimas ciudades españolas en facilitar a sus ciudadanos espacios para huertos compartidos ha sido Santander. El Ayuntamiento de esta ciudad, ha realizado múltiples proyectos  durante el último año que apuestan por la sostenibilidad y la eco-eficiencia. Proyectos que miden la calidad del aire, del agua o de la luz, le han servido para ser catalogada como una de las ciudades inteligentes referentes en España.

Ahora a la ciudad llegan los huertos urbanos, cultivados por personas que encuentran en éstos la satisfacción de recolectar y probar los alimentos que durante un tiempo han estado cuidando con detenimiento.

El éxito ha sido tal, que el Ayuntamiento ya tiene en mente realizar más proyectos de este tipo en la ciudad para atender la gran demanda de solicitudes recibidas.

Además del reciente proyecto de Santander, otros proyectos en el Reino Unido como Capital Growth busca transformar la ciudad e instaurar la conciencia ecológica entre los ciudadanos de Londres. La oficina de Alimentación londinense desea aprovechar diferentes zonas de la ciudad capaces de ser transformadas en huertos compartidos, para ello facilitará un presupuesto de 87.000 libras a estos fines.

Estos son algunos ejemplos de proyectos de huertos urbanos en el mundo, pero, ¿qué ventajas ofrecen los huertos urbanos ecológicos?:

  •  Permiten la obtención de alimentos; frutas verduras, hortalizas, especias o plantas aromáticas para un uso personal.
  •  Mejoran la salud física y mental de las personas que trabajan en el proceso de cultivo y recolección de alimentos.
  •  Facilitan un espacio natural a personas con intereses comunes fomentando el concepto de responsabilidad social.
  • Incrementan las zonas verdes de las ciudades, contribuyendo a la reducción de gases contaminantes a la atmósfera, al ser una actividad sostenible.
  • Sirven para la rehabilitación de terrenos y zonas en desuso en ciudades que sufren a diario un considerable impacto ambiental.

El hecho de que los huertos compartidos urbanos influyan positivamente y de forma conjunta en ciudades, personas, y medioambiente, aprovechando eficazmente recursos y reduciendo de forma notoria los riesgos ambientales, ha servido para que este tipo de iniciativas hayan sido catalogadas como ejemplos eficientes de economía verde o ecológica.

Fuentes de referencia:


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