A veces sólo es necesario un cambio de color en los edificios para convertir a una ciudad en un lugar interesante turística y urbanísticamente hablando. Existen muchas urbes que se han convertido en el destino de muchos viajeros sólo por contemplar la mezcla de colorido que albergan los edificios y sus calles. ¿Quieres conocer la historia de alguna de ellas?
Tirana (Albania): Color para cambiar el rumbo de una ciudad
Tirana es la capital de Albania, ciudad que experimentó importantes cambios urbanísticos a partir de los años noventa. Hasta entonces, la planificación urbana estaba ligada a la autosuficiencia y los terrenos pertenecían al Estado. A partir de 1990, la ciudad creció de forma desproporcionada (se duplicó en sólo cinco años) con el éxodo de los habitantes de las zonas rurales a la ciudad, teniendo que albergar a un mayor número de ciudadanos.
Aparte del aumento de las edificaciones y la necesidad de una trasformación urbanística, Tirana apostó por el cambio de la ciudad y hacerla más habitable pintando las fachadas. Querían dejar atrás el gris de la época pasada para marcar el comienzo de una nueva época con colores llenos de vida. El resultado puede verse en la siguiente imagen:
Fachada de uno de los edificios de Tirana, en Albania
(Fuente: Wikimedia Commons)
Hoy en día, Tirana es uno de los referentes turísticos de los viajeros que visitan Albania.
Edificio pintado de colores vivos, en Tirana (Albania)
(Fuente: Wikimedia Commons)
La Boca, patrimonio cromático de Argentina
El barrio de La Boca es conocido fuera de los muros argentinos por el famoso equipo de fútbol que lleva su nombre, la peculiar forma de su estadio de fútbol, los tangos y el color de las fachadas de sus edificios.
La Boca, Argentina
(Fuente: Wikimedia Commons)