Cada día aparecen nuevos productos, tecnologías y métodos que sustituyen a lo ya existente. Esta innovación creativa supone no solamente un crecimiento económico, sino también un crecimiento social, cultural y ambiental que contribuye al desarrollo de los países. La innovación en el sistema económico se convierte en una prioridad.
En el Mercado, las empresas han de adaptarse a entornos que cambian y evolucionan de forma constante para poder perdurar en el tiempo, ya que al contrario de otras décadas, la diferencia se basa en la innovación más que en el precio.
Los consumidores son capaces de aceptar estos cambios, la mayoría de las ocasiones a través de un periodo de adaptación en el que se informan y analizan las características y sobre todo los beneficios y las experiencias que la adopción de estas nuevas ideas pueden aportar a sus vidas. Al proceso en el que una empresa aporta algo novedoso en el mercado, mejorando los productos ya existentes y generando también un deseo en los consumidores, lo denominó Joseph Schumpeter como «Teoría de la destrucción Creativa».
La teoría de la destrucción Creativa de Schumpeter explica cómo la aparición de nuevas empresas y consumidores, productos, métodos de producción o mercados favorece el crecimiento económico.
Aplicación de la teoría de la destrucción Creativa en el sistema económico
Desde 1973 y hasta finales de la década de los 90, las cintas de VHS fueron el medio mayoritario adoptado por los consumidores para la grabación de material audiovisual analógico. No fue hasta la creación del DVD en 1996 cuando se ofreció una alternativa que respondía a las nuevas necesidades de consumo y almacenamiento de contenido digital. Finalmente, tuvieron que pasar varios años hasta que este nuevo soporte fuera utilizado de forma masiva por los consumidores.
Durante el año 2000, el gasto medio de los consumidores en alquiler de cintas de VHS fue de 185 millones de euros frente a los 15 millones de euros gastados en alquileres de DVDs.
Cuatro años más tarde (2004), el gasto en alquileres de cintas de VHS no llegó a los 34 millones de euros, mientras que el gasto de los consumidores en alquileres de DVDs subió hasta alcanzar los 154 millones de euros. Éste es un ejemplo de cómo un nuevo producto puede irrumpir en el Mercado y acapararlo en poco tiempo.
Hay que destacar también otras iniciativas e innovaciones de carácter sostenible basadas en el ahorro más que en el consumo. En 2011, el Ayuntamiento de Vitoria (Capital Verde Europea 2012) instaló 6000 fuentes de iluminación eficientes con las que además de ahorrar 175.000 euros anuales en consumo energético, se reducen las emisiones de C02 a la atmósfera y la contaminación lumínica generada en la ciudad.
Fuentes de referencia:
Marron. D (2011). «50 teorías económicas sugerentes y desafiantes». Ed. Blume
CIMEC-MB (2005) «Consumo Videográfico en España»
González, D (2011)«175.000 euros de ahorro energético». El Correo